lunes, 17 de enero de 2011

José Moreno del Toro (Cuba)


Nació en Holguín, Cuba, 1943. Médico, narrador y poeta, ejerce como profesor de cirugía general en el Hospital Universitario “General Calixto García”, de la Ciudad de La Habana, miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Entre otros títulos ha publicado los siguientes poemarios: Carta (1983) mención en el Primer Certamen del Aniversario del Periódico Juventud Rebelde, Va Pué…Poemas casi nicaragüenses (1986), Beber de la lluvia (1988), Poemas de Granada, Granada, España (1994), Aguas del espejo (1995), Otras formas del insomnio, Medellín, Colombia (1996), La otra mordida de la manzana, Medellín, Colombia (1997), Cantigas Salvadas (2000), Agualuna del Otoño (2002), Violeta ya no vive aquí (2003) y Mar de Leva (poesías escogidas) editorial UNIÓN.

Ha recibido premios internacionales en festivales de cine y televisión, su poemario "Horno de cal" ha sido merecedor de la mención del Premio Nacional de poesía "Julián del Casal" 2008, que otorga la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas y recogidos en diversas publicaciones nacionales como extranjeras. Ha sido merecedor entre otras distinciones de: Medalla por la fundación de “Teatro Estudio”, Medalla del Taller Experimental de Grafica de La Habana, distinción “Majadahonda 1936” UNEAC, El Hacha de Holguín, Gran Premio Especial “Electa Arenal” de la ciudad de Holguín, Distinción XX aniversario UNEAC de Holguín, El Angelote de la misma ciudad, Ciudadano Honorífico de Colombia, El Escudo de la Ciudad de Gibara y Las Distinciones: por la Cultura Nacional y de la Educación Cubana. Hijo destacado, Hijo Ilustre de la ciudad de Holguín, en 2001, y 2009 respectivamente. Preside la Cátedra de Cultura Cubana, de la Universidad Médica de La Habana, Cuba.



DESCUBRIMIENTO ENTRE EL CREPÚSCULO Y EL AMANECER

*

Ya que en ocasiones me fue dado el valor
del guerrero y la aventura,
la libertad o el amor,
reclamo como el mendigo
la mitad del mundo que me pertenece.

El camino suele ser ancho y largo cuando se construye
con las piedras del amanecer,
tus ojos y el sol en los míos
desatando la mañana en esa particular furia
al detener el sueño
y todo como en la oportunidad de lo ansiado.

Tú sobre mí, sin las marcas y los signos del calendario
que va describiendo lo que ha precedido:
la rivalidad
y el cariño,
viejas apostasías
donde no llegan los escondites
de intrincados paisajes
que en el principio tú revelaste.


Amanece con mis manos suavemente
en el disfrute de tus pechos y tus nalgas
estrujando el papel sobre el que se ha escrito este poema.

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