jueves, 27 de enero de 2011

Otoniel Guevara (El Salvador)


Nació Quezaltepeque, La Libertad; El Salvador en 1967. Estudió Periodismo. Desde 1984obtuvo primeros lugares de poesía en los Juegos Florales de Zacatecoluca, San Miguel, Ahuachapán, Cojutepeque, Apopa, Usulután y en los certámenes «Roque Dalton», «Alfonso Hernández», Juventud Literaria, Wang y otros. Ha participado en eventos como el Festival Internacional de Poesía de Medellín, en 1999. También ha representado a El Salvador en eventos culturales en Centroamérica, Cuba, Estados Unidos, Argentina, Chile, Hungría, Eslovaquia y Colombia.

Obra poética: El Solar (1986); El violento hormiguero (1988); Lo que ando (1992, 1996, 1997); Lejos de la hierba (1994); Tanto (1996, 2000); El sudario del fugitivo (1998); Despiadada ciudad (1999); Erótica (1999); Simplemente un milagro (2001); Cuaderno deshojado (2002); Isla ilegal (2003); Sosiego (2003). Parte de su trabajo también aparece en varias antologías: Piedras en el huracán, de Javier Alas; Alba de otro milenio, de Ricardo Lindo; Este lucero chiquito, de Augusto Morel; Paisajes poéticos, de Silvia Elena Regalado; Den besjälade kulan (en sueco), de Víctor Rojas; Nueva Poesía Hispanoamericana, de Leo Zelada, Poesía salvadoreña del siglo XX (español-francés), de Marie Poumier, entre otras.

Dirigió las revistas Alkimia, suplemento Solopoesia y Metafora. Actualmente coordina el Suplemento Cultural Tres Mil de Diario CoLatino, preside la fundacion Metafora y dirige El Encuentro Internacional de Poetas "El Turno del Ofendido", que se realiza cada mayo en El Salvador.


DE AYER
a Patricia Pereira.

¿Cuánto duró la escena
en que mi trastornado aliento se dibujó en tu cuello?
Ahora veo que nada. Ahora estoy seguro
que del clamor con que mis manos recibían tu cuerpo
quedan tan solo retazos nebulosos de momentos.
Si no hubiera tenido tan roto el corazón.
Si por las noches me hubiese dedicado a contemplar tu sueño.
Si hubiese tenido con qué pagar tus lágrimas.
Pero aquelllo se rompió en el fondo de un pozo demasiado seco
Y yo soy solo un hombre que te mira alguna tarde
y se consume lento lento lento
como un oprobioso cigarrillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario